Una creación especial y el día de descanso

 

Una creación especial y el día de descanso



Génesis 1:26-31 – Una creación especial


Al final de la creación, Dios realiza algo singular: crea al ser humano a su imagen y semejanza. Esto es verdaderamente impresionante; somos la cúspide de su obra creadora. Aunque el pecado ha distorsionado nuestra percepción, sabemos que esta dignidad subsiste y que será plenamente manifiesta cuando Dios nos restaure.

Dios nos confía la responsabilidad de gobernar y cuidar la tierra. No somos sus propietarios para abusar de ella; hemos sido llamados a administrarla con esmero y a hacerla fructificar, reconociendo siempre que el dueño es Dios. Cada elemento de la creación fue declarado bueno, pero al concluir su obra y contemplar al ser humano como su coronación, Dios vio que todo era “bueno en gran manera”.

No olvidemos que la imagen de Dios está presente en toda la humanidad: no únicamente en el varón ni exclusivamente en la mujer, sino que ambos reflejan la gloria y el carácter del Creador.

Génesis 2:1-3 – Descanso

El pasaje de hoy, aunque breve, nos invita a meditar sobre un aspecto esencial: el día de reposo. Vale aclarar que Dios no descansó por cansancio; el significado trasciende la fatiga física. Incluso podría decirse —aunque no con certeza absoluta— que en el estado original el ser humano tampoco experimentaba cansancio. La fatiga como resultado del trabajo parece haber surgido a raíz del pecado (ver Génesis 3:19).

Lo primordial es que el día de reposo fue santificado por Dios, es decir, apartado para un propósito especial. Ese día no se limita a descansar del trabajo físico, sino que está destinado a buscar a Dios de una manera particular.

El trabajo, lejos de ser algo negativo, fue instituido por Dios para el desarrollo y crecimiento personal. El problema radica en que el pecado lo hizo arduo y fatigoso, aunque en esencia sigue siendo bueno. Sin embargo, antes de la caída, Dios apartó un día específico en el que no se debía trabajar, recordándonos que es Él quien provee todo cuanto necesitamos. Este día también puede protegernos de idolatrar nuestro oficio o vocación.

Pregunta para la reflexión
Si Dios apartó un día a la semana para santificarlo, ¿qué haces tú en ese día? ¿Lo estás dedicando realmente al Señor?

En el amor del Señor

Pr. Gabi López


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